Nueva reseña: Laberinto del alma, de Laura Miranda
Lo siguiente que hago luego de apreciar la portada de un libro es leer la contratapa. Allí, encabezando el desarrollo de su sinopsis, una pregunta despertó mi curiosidad.
¿Adónde van los finales de las historias inconclusas?
No leí nada más que eso. La lectura de la sinopsis me indica si el libro puede llegar a interesarme, o no; en este caso, la primera frase bastó para saber que sí. Por si esto no fuera suficiente, el día que Laura Miranda presentó Laberinto del alma en librería Distal (Recoleta, Buenos Aires), le escuché decir que esta historia tenía que ver con las “elecciones” que todos nos vemos obligados a hacer a lo largo de nuestra vida. ¿Qué otra cosa podía hacer más que leer su Laberinto, como a ella le gusta llamarlo? Mi curiosidad ya estaba comprometida en esta historia.
Quienes han leído otros libros de Laura, saben de su escritura florida, su narrativa poética y de la cantidad de frases que va sembrando a lo largo de sus historias. Debo confesar que, algunas veces, tales características son un combo de distracción para mí, acostumbrada a leer ensayos o documentos históricos, notas, etc. Esta novela me obligó a cambiar el ritmo de lectura, a adaptarme poco a poco a los numerosos personajes que la autora presenta mientras hilvana cada historia, a avanzar con tiento, hoja por hoja, determinada a saber en qué parte se presentaría la encrucijada y cuándo y cómo elegirían sus destinos nuestros protagonistas.
Y cuando hablo de numerosos personajes no es una manera de decir. Laberinto del alma es la historia de seis parejas: Franco y Ema, Ana y Dante, Sofía y Patricio, Rodrigo y Pilar, Álvaro y Carolina, Eliseo y Martina. Y por si esto les parece poco, la trama nos presenta relaciones cruzadas: Ana y Eliseo, Sofía y Rodrigo. Cada pareja sostiene un conflicto que irá desarrollándose a partir de personalidades dispares. Cada uno elegirá no sólo de acuerdo a su personalidad sino también a sus principios. Impecable el trabajo de Laura Miranda a la hora de crear personajes bien definidos, hombres y mujeres “comunes” - con problemas “comunes” - en quienes el lector puede verse reflejado. ¿Por qué resalto la palabra “comunes”? Porque Laberinto es una novela que desarrolla historias que les pueden pasar a cualquiera: la enfermedad de un ser querido, la búsqueda de un hijo, la rutina del matrimonio, la frustración, el desamor, la muerte, la idealización del otro, los hijos, la familia, la infidelidad, el miedo al cambio, la nostalgia por el pasado, la duda por lo que no pudo ser.
En fin. La lista es larga, pero antes de hacer eterna la reseña es preferible que lean la historia. La recomiendo porque, con toda seguridad, sé que no va a defraudarlos. Maravillosa la manera de abordar cada conflicto, de describir el amor en los actos mínimos de cada día y de cada familia. Delicada y conmovedora la pluma de Laura Miranda al contarnos las historias de héroes sin galones y heroínas que cometen errores, eligen, pierden y vuelven a elegir.
No quiero agregar nada más porque no encuentro palabras que le hagan justicia a esta historia. Mis felicitaciones a la autora. ¡Anotalo! Laberinto del alma, de Laura Miranda. Imperdible y “sin riesgo de olvido”.
