top of page

Fantasía o realidad? Literatura de contrastes


Hoy, en un día muy particular en que se convoca una movilización contra la violencia de género, leyendo innumerables publicaciones en redes sociales y otros medios, se me ocurrió escribir un artículo en el cual volcar mis sentimientos respecto a este flagelo. Claro, la intención es hablar desde la literatura, porque esta es la playa donde tengo puesta mi mirada, donde la arena parece una sola, a pesar de ser conformada por millones de granos. Lo que quiero decir con esto es lo de siempre: variedad de géneros, escritores, lectores y, desde luego, de gustos.

Los lectores de la novela moderna – en esto incluyo a todos los subgéneros que se publican en la actualidad – deben haber notado que el protagonista masculino responde a un arquetipo que solemos repudiar en la vida real. Me pregunto por qué. La respuesta que me surge es la siguiente: en la fantasía, provoca suspiros un hombre celoso, posesivo y machista, controlando al amor de su vida; una mujer generosa en extremo, sumisa, que comprende, justifica y lo perdona todo en nombre de ese amor. Y aquí es donde deseo detenerme hoy, en esa fantasía que contrasta como el negro y el blanco con la vehemente declaración #NiUnaMenos.

No me permitiría un doble discurso como mujer y escritora, puesto que sería responsable del “haz lo que digo pero no lo que hago”, de enamorar al lector con un personaje que haga cuanto detesto. No le permito a los hombres de mis novelas que sean lo que no quiero que sean en la vida real. Para que ellos “vivan” en mis obras, deberán aprender - porque está claro que nadie nace sabiéndolo - que a la mujer se la ama, pero primero se la respeta. Aunque muchos lo nieguen, los celos vienen prácticamente adheridos al amor, pero siempre que haya respeto, este aderezo no será letal. Un celo que sazone, que nos mantenga en vilo, que condimente la rutina; para nada nocivo, ya que, en el fondo, prevalece el respeto por la individualidad del ser que amamos. No quiero un protagonista controlador y obsesivo, menos aún una protagonista que justifique tal propensión, que mida el amor con la vara equivocada. Quiero una historia que cultive valores, no una historia que los distorsione.

Concluyo como la lectora que soy. Me refugio en un libro, específicamente en una novela, y deseo encontrar en ella a personajes en quienes pueda reflejarme. Soy una mujer libre, de carácter, que valora a los otros y quiere ser valorada, ¿puedo sentirme reflejada en la imposición machista disfrazada de amor y en una heroína inteligente que cede hasta convertirse en “otra” por amor?

Leamos mucho - cuanto más, mejor -, pero seamos SIEMPRE fieles a nosotros mismos, no confundamos las cosas. Eduquemos hombres y mujeres que sepan respetarse unos a otros. Ninguna manifestación reemplazará jamás lo que debemos hacer como padres educadores.


Featured Posts
Recent Posts
Search By Tags
No hay tags aún.
Follow Us
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic
bottom of page