Una lectora y su reseña
- Andrea Gómez
- 21 oct 2015
- 4 Min. de lectura

Leer un libro es un espacio donde lector, personajes y autor se encuentran como si fueran viejos amigos a tomar un café o unos mates.
He leído muchas novelas casi se podría decir que no se me ha escapado de mis manos ninguna, desde las de suspenso hasta las de ciencia ficción. Y de todas algo te vas llevando, colocando en tu valija, la de los lectores.
Y llega un día en que alguien te recomienda una u otra autor o autora. Y comenzás a buscar el camino que deseás que tu imaginación te transporte. Y de allí en adelante incursionas por esos lugares que te describen deseando conocerlos alguna vez, te dejás algún personaje para vos, invitás a otros que lean tal o cual libro, o los intercambias.
Este verano, me tocó a mí, escuchar en boca de una gran amiga: “Tenés que leer este libro, se llama Hacia una tierra de Fuego”, es una novela histórica romántica seguro te va gustar”.
Y no se equivocó mi amiga, no me gustó, me encantó sobre todo la nota de su escritora. En ésta su autora, Silvana Serrano, comienza a entretejer una apasionante historia cuya manta tendrá hilos de colores del mar, de puertos, de amaneces, de lluvias, de noches cerradas, de fuertes temporales, de olores y sabores, de pasión y de fuego; donde los personaje nos hacen navegar junto a ellos y nos dejamos llevar por el cálido remanso de sus historias. Ellos te atrapan, te envuelven y sin pensarlo te encontrás en ese viaje y vas descubriendo en cada puerto que dejan atrás, sus vidas, sus amores, desilusiones, rencores, fracasos, traiciones, muertes. Es una novela que fue escrita para no dejarla. Te invita a llevarla a otros puertos. Y así ella comienza a viajar y buscar a otros tripulantes. La autora nos deja una manta mágica de hermosos colores para que nos cobijemos en ella y esperar su próxima historia.
Ahora te queda sólo a vos lector poder encontrarla en algún puerto.
Parece que será costumbre de la señora Silvana Serrano, tejer historias de colores, la siguiente manta en la cual nos acurruquemos como en las noches frías de invierno, tendrás los colores de la bandera de los pueblos originarios, una historia que te atrapa desde el comienzo al final.
Los lectores que disfrutan de este tipo de historias, no querrán cerrar el libro.
Consuelo y Lorenzo son dos protagonistas muy especiales porque sus vidas lo son. Buscan la libertad de otros porque en verdad desean la propia. Ella vive en una familia que en realidad no le da el espacio que se merece por su condición de mestiza. ÉL necesita reparar el daño hecho por su padre. Ambos buscan desesperadamente, la felicidad de los otros, a esos que se los considera inferiores ya sea por su condición social o por el color de su piel.
En esta novela verás brillar la esperanza en muchos de sus personajes y la oscuridad en otros. Entenderás aún más la historia (poco contada) de la verdadera rebelión de los dueños de la tierra, su inicio en una lucha que empezó en el Norte para ir internándose en los corazones y mentes de los del Sur. Es la anti revolución. Es la semilla sembrada por Túpac y su fiel mujer, Micaela Bastidas. Es el grito de guerra pidiendo la paz. Es la voz de los pueblos que se hacen oír, primero como un susurro que luego se hizo canto y por último se transformará en la canción de todos los que sueñan con la tan anhelada libertad. Al ir pasando sus hojas verás que aquí van naciendo los colores de la bandera que hoy enarbolan los verdaderos dueños de estas tierras. Están todos, no falta ninguno. El rojo que representa a la tierra. El naranja y el amarillo, donde se ven reflejados en el amanecer no sólo en los días sino también en el despertar del pueblo. El blanco, violeta y verde en los campamentos de Túpac y el tiempo prudencial de espera para llevar a cabo las demandas. El azul en los cielos de Buenos Aires y el Alto Perú.
El lector se hará cargo de tomarla y enarbolarla para ir transformando la historia, la que nos dejaron y poder continuar en la misma lucha la de la igualdad y el respeto por el otro.
Sólo una mujer puede contar una historia de lucha, muerte, traiciones y amores porque en su pluma descubrimos a una escritora intrépida, sutil, avasalladora, apasionada en lo que escribe. Tiene la sensibilidad, el tacto y el talento para contar lo que uno como lector busca en las historias.
Ahora queda cobijarse bajo una de las dos mantas y esperar la próxima historia, esa que termina cuando lees la nota de la autora, a la que ya nos tiene mal acostumbrados, y al cerrar el libro, lo guardas, no sin antes, dejarte a alguno de sus personajes en tu valija de lector.
Como lectora, deseo que no pase mucho tiempo para poder tener nuevamente un libro de Silvana Serrano en mis manos.
Yorumlar