top of page

Entrevista Diario El Puntal de Río IV

  • Ana Solá, columnista del diario El Puntal
  • 12 oct 2014
  • 4 Min. de lectura

Vi­ve en el Gran Bue­nos Ai­res. Es ama de ca­sa y es­cri­to­ra. Le in­te­re­sa la in­ves­ti­ga­ción his­tó­ri­ca, por eso pu­bli­có su pri­mer li­bro “Ha­cia una Tie­rra de Fue­go”, una no­ve­la que ha­bla de los pri­me­ros co­lo­nos del Es­tre­cho de Ma­ga­lla­nes con­di­men­ta­da con his­to­rias de amor. Sil­va­na Se­rra­no (41) pre­sen­tó su li­bro en la Fe­ria del Li­bro. -¿Sos ca­sa­da con hi­jos? - Soy ca­sa­da, ten­go dos chi­cos, una que es­tá por cum­plir 21 y mi hi­jo más chi­co de 16. -¿Por qué te de­di­cas­te a es­cri­bir? - Des­de muy chi­qui­ta me gus­ta­ban dos co­sas: me apa­sio­na­ba por la his­to­ria y por la li­te­ra­tu­ra. Hi­ce el pro­fe­so­ra­do de His­to­ria pe­ro me emo­cio­na­ba de­ma­sia­do con los tex­tos que te­nía que es­tu­diar, sen­tía que mi mi­ra­da iba por otro la­do, En­ton­ces de­ci­dí en la es­cri­tu­ra po­der en­sam­blar esas dos dis­ci­pli­nas que me gus­ta­ban tan­to, li­te­ra­tu­ra e his­to­ria, por­que és­ta es una no­ve­la his­tó­ri­ca. -¿Apar­te tra­ba­jás? - No, soy ama de ca­sa. -¿Cuán­tos li­bros es­cri­bis­te? - Va­rios, és­te es el pri­me­ro que se pu­bli­ca. Ca­da no­ve­la de­mo­ra, tie­ne su tiem­po de in­ves­ti­ga­ción y de­pen­de de có­mo la en­ca­res. En el ca­so de es­ta no­ve­la pri­me­ro hi­ce to­da la in­ves­ti­ga­ción y des­pués me pu­se a es­cri­bir. Más o me­nos de­mo­ré un año y pi­co has­ta ter­mi­nar­la. -¿De qué se tra­ta tu no­ve­la “Ha­cia una Tie­rra de Fue­go”? - Las no­ve­la tra­ta bá­si­ca­men­te de la his­to­ria de los pri­me­ros co­lo­nos del Es­tre­cho de Ma­ga­lla­nes. Arran­can­do de esa rea­li­dad que pa­só a fi­na­les del si­glo XVI yo ela­bo­ro la fic­ción pa­ra po­der na­rrar esa his­to­ria. -¿Por qué te in­te­re­sas­te en esos co­lo­nos? - Hay una his­to­ria­do­ra ar­gen­ti­na que to­dos co­no­cen, Lu­cía Gal­vez; ella sue­le es­cri­bir esas his­to­rias que no se cuen­tan en los li­bros del se­cun­da­rio, que uno ni si­quie­ra ha­cien­do el pro­fe­so­ra­do las co­no­ce, por­que yo es­ta his­to­ria no la co­no­cí en el pro­fe­so­ra­do. Son pe­que­ñas his­to­rias que ellos van in­ves­ti­gan­do, que es­tán co­mo per­di­das ahí en el ar­chi­vo, y me pa­re­ció in­te­res­an­tí­si­ma es­ta his­to­ria por­que na­die la co­no­ce. ¿Qué pa­só con esos co­lo­nos­?¿Qué pa­só con esas tres mil per­so­nas que ve­nían a po­blar su­pues­ta­men­te un pa­raí­so? Y hoy sabemos lo que pa­só por bo­ca de un so­lo so­bre­vi­vien­te. A mí me pa­san esas co­sas con la his­to­ria, por eso cuan­do es­tu­dié el pro­fe­so­ra­do me di cuen­ta de que por ahí no iba. Có­mo po­día ser que na­die su­pie­ra los nom­bres, por­que no hay lis­tas, no hay na­da... En­ton­ces, mi in­ten­ción al no­ve­lar es po­ner­le nom­bre a esa gen­te. -¿De dón­de sa­cas­te to­dos los da­tos his­tó­ri­cos? - A par­tir de ese mí­ni­mo ca­pí­tu­lo que sa­qué de la his­to­ria­do­ra, em­pe­cé a bus­car en el Ar­chi­vo de In­dias, la de­cla­ra­ción ori­gi­nal, el de­rro­te­ro del ex­pe­di­cio­na­rio. Tu­ve que leer do­cu­men­tos en cas­te­lla­no an­ti­guo que pa­re­cía fá­cil por­que es cas­te­lla­no, pe­ro la ver­dad es que se com­pli­có un po­co. Pe­ro sí, do­cu­men­tos ori­gi­na­les que, gra­cias a Dios, hoy es­tán to­dos di­gi­ta­li­za­dos. No tu­ve que ir a Es­pa­ña al Ar­chi­vo de In­dias, es­tán di­gi­ta­li­za­dos y los pue­do ba­jar, los pue­do con­se­guir, in­ves­ti­gan­do de otros li­bros de his­to­ria­do­res un po­co de aquí y de allá. Pe­ro, bá­si­ca­men­te, pa­ra ser más ve­raz con la de­cla­ra­ción del úni­co so­bre­vi­vien­te. Un bar­co in­glés que por esas épo­cas, pi­ra­tas, pa­sa por el Es­tre­cho de Ma­ga­lla­nes, le­van­ta a una so­la per­so­na de to­dos los que ha­bían ido a fun­dar, lo lle­van a Chi­le y ahí le to­man de­cla­ra­ción. Esa de­cla­ra­ción es­tá hoy en el Ar­chi­vo de In­dias y de ahí ba­sé la no­ve­la. La his­to­ria es di­vi­na, apa­sio­nan­te... -¿Tie­ne co­sas ro­mán­ti­cas? - Sí, es una no­ve­la his­tó­ri­co-ro­mán­ti­ca. Por eso di­go que no es una no­ve­la ro­mán­ti­ca que ten­ga da­tos his­tó­ri­cos en el me­dio, yo me ba­sé en la his­to­ria, me em­pa­pé en la his­to­ria pa­ra des­pués, con una fic­ción, con­tar­la. Yo que­ría dar­le vi­da a esas per­so­nas, a esos hé­roes anó­ni­mos, en­ton­ces hay va­rias his­to­rias de amor, ob­via­men­te los pro­ta­go­nis­tas tie­nen una his­to­ria de amor, pe­ro la no­ve­la no ter­mi­na co­mo pa­só real­men­te la his­to­ria por­que si­ no los so­bre­vi­vi­vien­tes me la van a a ti­rar por la ca­be­za. Pe­ro de to­dos mo­dos eso lo acla­ro de­trás del li­bro pa­ra que la gen­te se­pa has­ta dón­de lle­gué con la rea­li­dad y has­ta dón­de con la fic­ción, co­mo pa­ra que se­pan que en rea­li­dad fue uno so­lo el que so­bre­vi­vió. -¿Qué se sien­te el ha­ber pu­bli­ca­do el pri­mer li­bro? - Es­pe­ro de aquí en más po­der pu­bli­car otras no­ve­las, de las que ya ten­go es­cri­tas y de las que es­cri­bi­ré de aquí en más, pe­ro es co­mo ha­ber al­can­za­do la me­ta. Ob­via­men­te, uno quie­re su­pe­rar­se y se­guir ade­lan­te, pe­ro yo sen­tí que lo ha­bía lo­gra­do. Esa fue la sen­sa­ción. -¿Vi­vís en Bue­nos Ai­res­?¿Te­nés tiem­po pa­ra es­cri­bir? - Vi­vo en el Gran Bue­nos Ai­res. Y aho­ra que mis hi­jos son gran­des, sí. Al prin­ci­pio era muy aco­ta­do el te­ma por­que uno atien­de los chi­cos, la ca­sa... Pe­ro aho­ra que son gran­des, mi hi­ja tra­ba­ja, es in­de­pen­dien­te. Hay días en que es­toy 8 o 9 ho­ras es­cri­bien­do. -¿So­bre qué vas a es­cri­bir la pró­xi­ma? - La pró­xi­ma ya es­tá es­cri­ta y sa­le el año que vie­ne por­que ya es­tá fir­ma­do el con­tra­to, y esa es otra de las co­sas que no me gus­ta ha­cer, que es es­cri­bir so­bre lo que ya han es­cri­to mu­cho; la idea es po­der con­tar­les al­go que no ha­yan leí­do, que no se­pan. Lo que qui­se no­ve­lar es­ta vez, que hay muy po­co so­bre eso, es la re­vo­lu­ción ame­ri­ca­na en la épo­ca de Tu­pac Ama­rú II. En­ton­ces, des­de Bue­nos Ai­res voy a con­tar una his­to­ria y mi pro­ta­go­nis­ta va y vie­ne a la zo­na don­de es la con­vul­sión, la in­su­rrec­ción de Tu­pac Ama­rú, pe­ro con­tar un po­co qué pa­só con Tu­pac Ama­rú, que po­cos co­no­cen esa his­to­ria.


 
 
 

Comments


Featured Posts
Recent Posts
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic

¡SÍGUEME! 

  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • c-youtube

Este sitio es diseñado y administrado por Silvana Serrano

bottom of page